Sissí, ¿o no?
Hay que ver qué mala imagen tienen ustedes de mí, sí, de mí. Claro, se creen después de haberme leído que soy ruda, áspera. Eso de que lleve navajita en el bolsillo despista claro, lo del camión descoloca lo entiendo. Eso de que trabaje cargando cajas de más de veinte kilos... No, no llevo palillo de dientes en la comisura de la boca locos. No sé qué feria os habéis montado pero nada, no tiene nada que ver conmigo.
Yo de mayor quiero ser una chica almdóvar, que decía el otro, pero ya ven me quedé en proyecto de mujer fatal. Si es que para ser mala y desvergonzada hay que valer y yo, como mucho, valgo lo mismo que La Revoltosa, la gaseosa digo, que cuando la abres pssss se le va toda la fuerza por la boca, de la botella .
A mí lo que de verdad me habría gustado es vivir en los tiempos de Sissí.
Sí, así con esos vestidos con taaanto vuelo y esos encajes, y esos peinados y esas joyas, y esos abanicos, y esos mensajes cifrados con ellos.
¡Ay! Esos bailes, esos valses, esos hombres uniformados, esas mujeres tan ceñidas en sus corpiños. Oiga, que no había gordas, que lo sé yo, que no salen en las pelis. Y ese aspecto de fragilidad y esas melenas y esos perfumes y esas doncellas, que si ven para acá, que si ponme, que si quita.
Y esos jardines por los que pasear con el amado de turno, apoyado mi brazo en su brazo. Si es que me veo, me veo y no me reconozco con mi sombrilla con volantitos en derredor, al lado de mi Oz, él con su apuesta figura, yo con mi cuerpecito de Eva Nasarre, y paseando mientras él va diciéndome requiebros, envueltos en mil perfumes embriagadores por jardines con recónditos lugares, donde de vez en cuando, él se atreva a con sus labios rozar mis labios, aprovechando la escasa vigilancia de nuestros padres. ¿A que ustedes también me ven? Claro, ya lo sabía yo. En fin.
A lo que iba, que a mí me había gustado eso, pero claro, cuando se lo comento a él me dice severo:
- ¿Tú sabes que en ese caso habrías de ser sumisa y sólo pasear conmigo con vigilancia y casarte con la persona designada por tus padres fuese o no fuese yo? ¿Tú sabes que no te ducharías todos los días, no fumarías y no podrías palmearme el trasero cada vez que te diese la gana ni pasearte en calcetines por la casa?
Ahí, ahí es donde yo recapacito y me devuelvo a la realidad.
Y ¿saben ustedes? A lo mejor eso de tener que ir apretá en el corsé no me molaba, ni lo de tener que acatar la voluntad de mis padres, y después esposo, sumisa. No, no me veo yo sin poderpalmearle el trasero a Oz, ni sin poder ir dando saltitos en calcetines por el pasillo de casa. ¿Y el cigarrito del café, eh? ¿Y el poder mascullar desde el camión eso de "mujer tenía que ser"?
¿Y para orinar con tantas capas y vuelos? ¿eh?
Que no, que me prefiero como me ven así, en vaqueros.
Yo de mayor quiero ser una chica almdóvar, que decía el otro, pero ya ven me quedé en proyecto de mujer fatal. Si es que para ser mala y desvergonzada hay que valer y yo, como mucho, valgo lo mismo que La Revoltosa, la gaseosa digo, que cuando la abres pssss se le va toda la fuerza por la boca, de la botella .
A mí lo que de verdad me habría gustado es vivir en los tiempos de Sissí.
Sí, así con esos vestidos con taaanto vuelo y esos encajes, y esos peinados y esas joyas, y esos abanicos, y esos mensajes cifrados con ellos.
¡Ay! Esos bailes, esos valses, esos hombres uniformados, esas mujeres tan ceñidas en sus corpiños. Oiga, que no había gordas, que lo sé yo, que no salen en las pelis. Y ese aspecto de fragilidad y esas melenas y esos perfumes y esas doncellas, que si ven para acá, que si ponme, que si quita.
Y esos jardines por los que pasear con el amado de turno, apoyado mi brazo en su brazo. Si es que me veo, me veo y no me reconozco con mi sombrilla con volantitos en derredor, al lado de mi Oz, él con su apuesta figura, yo con mi cuerpecito de Eva Nasarre, y paseando mientras él va diciéndome requiebros, envueltos en mil perfumes embriagadores por jardines con recónditos lugares, donde de vez en cuando, él se atreva a con sus labios rozar mis labios, aprovechando la escasa vigilancia de nuestros padres. ¿A que ustedes también me ven? Claro, ya lo sabía yo. En fin.
A lo que iba, que a mí me había gustado eso, pero claro, cuando se lo comento a él me dice severo:
- ¿Tú sabes que en ese caso habrías de ser sumisa y sólo pasear conmigo con vigilancia y casarte con la persona designada por tus padres fuese o no fuese yo? ¿Tú sabes que no te ducharías todos los días, no fumarías y no podrías palmearme el trasero cada vez que te diese la gana ni pasearte en calcetines por la casa?
Ahí, ahí es donde yo recapacito y me devuelvo a la realidad.
Y ¿saben ustedes? A lo mejor eso de tener que ir apretá en el corsé no me molaba, ni lo de tener que acatar la voluntad de mis padres, y después esposo, sumisa. No, no me veo yo sin poderpalmearle el trasero a Oz, ni sin poder ir dando saltitos en calcetines por el pasillo de casa. ¿Y el cigarrito del café, eh? ¿Y el poder mascullar desde el camión eso de "mujer tenía que ser"?
¿Y para orinar con tantas capas y vuelos? ¿eh?
Que no, que me prefiero como me ven así, en vaqueros.
10 comentarios
El hermano Calavera -
woodysobird -
Gatopardo -
Manuela -
El hermano Calavera -
Thryss -
Oz destapa la verdad -
Ja ¡la censura llegó al blog de Manuela!
La frase original no decía esa prenda, no, sino otra más oculta e íntima.
Gatopardo -
No cambies nunca.
(¯`¤GRECIA¤´¯) -
Ya las faldas pierden su rating, y te ves bien de jeans ehh
Tautina -
Está genial el artículo (perfectamente ilustrado, que cachondos), y es que ya lo digo yo, no hay como una misma para hablar de una misma. Besos.