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manuela

Galicia. No te la pierdas!

Día 17- El viaje y la llegada-
Salimos de Bilbao a media mañana con todas las ganas de llegar en el cuerpo. El viaje, aunque amenizado por los silbidos de Oz se hace largo: Bilbao- Burgos- León (qué árida y seca es Castilla) Lugo, donde ya se va saciando la tierra de agua y se resfresca la mirada con el verde. Estamos en Galicia. De Lugo a Santiago de Compostela fresquitos y sin prisas llegamos a la carretera que por fin nos conduciría a Noia. Pasamos San Xusto (cuyo patrón es ¡Uh! según el Ozito) y antes de entrar en Noia vimos el indicador de Hotel.
Nos desviamos pues y nos internamos en un bosque de eucaliptus ¡qué olor más rico! La carretera, llena de curvas y estrecha, nos va mostrando el camino a ninguna parte, sin rastro de civilización.

Sigue el camino bajando mostrándonos unos enormes barrancos y empezamos a ver alguna señal de las aisladas casas de piedra de que se compone el paraíso.
Que como apuntó Oz entre eucaliptos: Dios debe ser gallego.
Unos kilómetros más y por fin ya se nos aparecen tres edificios antiguos y cuidados a la orilla derecha de la ría del Tambre, palmeras y silencio.


Día18
¿Qué son las vacaciones sino hacer aquello que te apetece?
Galicia, un mundo por descubrir. ¡y qué mundo, señores!
Pero hoy que sobreviva el mundo sin nosotros, que nos quedamos aquí, en el paraíso vagueando y regodeándonos en no tener nada qué hacer.
El edificio de la recepción del hotel, donde las amables recepcionistas (Sabela, Ana y Montse) te dan la bienvenida tiene a la derecha un acogedor comedor y a la izquierda tres salones, uno con televisión y otros dos más adecuados a charlas tranquilas, confidencias y ratos de amable lectura.

Más allá del hotel se acaba la carretera, hay senderos que invitan al paseo a la caída de la tarde.

Día 19- De Noia a Aguiño-
Viajando hacia el sur y siguendo la carretera de la costa C550 dimos a parar en Boa, dinde hicimos algunas foticos y dejamos que Linda, la perra anfibia, se remojase.

De Boa a Santa Uxia de Ribeira a comer y tras un rodaballo espléndido a Vilar, a visitar el petroglifo de La Pedra Das Cabras.

Es en este punto donde al chiquillo se le mete en la cabeza esa que él tiene, tan durica, que quiere ir a ver las Dunas de Corrubedo. Pero eso será más adelante, ahora encaminamos nuestros pasos a Aguiño que es el punto sur final de este día y donde los tres escalamos una montaña hasta la cima.

Una vez abajo de nuevo nos vamos hasta Corrubedo y visitamos el parque de San roque, con su poblado ibérico, el dolmen y los petroglifos.


En uno de estos pretroglifos está plasmada la aventura de la procreación: El hábil cerebro femenino, el esperma masculino, la fecundación y el fruto, el feto. Hay que ver lo creativa que me vuelvo yo en vacaciones.

Ya cansado, pero alguno encabezonado, tiramos para la famosa Duna de Corrubedo hacia el Norte. Sólo el ver las dunas ya cansaba. Allí, a lo lejos, se dibujaba una montaña y en ella unos granitos de arroz, ah, no, que son personas en la lejanía, a eso de la mitad de la duna. En vista de aquello, el caballerOz quería irse, pero no, no podría ser, al menos deberíamos de internarnos en la duna hasta ver el mar ya que estábamos allí.


Día 20- ¡Se nos acabó Europa!
Emprendimos el viaje hacial el Norte de la C550. Barro, Freixo. Al asomarnos al puerto solitario de Freixo vimos entre las rocas y arena a un hombre que rebuscaba algo escarbando en la arena, tenía un cajoncito al lado e iba depositando algo en su interior. ¡Está mariscando, seguro! aseguré a Oz muy feliz, tonta de mi me acerqué y ejerciendo de turista recibí la información: no mariscaba no, simplemente buscaba gusanos para usarlos de cebo en la caña de pescar.
De Freixo, pasando por Serres llegamos a Muros donde con la marea baja se ofrece una vista de la ría repleta de mujeres que rastrillo en mano escarban en la arena una al lado de otra. Seguro que estás sí que están mariscando ¿no?. Al menos eso queríamos pensar. Así era había cerca de un centenar de mujeres que cogían berberechos, y qué hermosura de berberechos.

Paseamos entre ellas, Linda correteando, entrando y saliendo del agua. Foticos de rigor y vuelta a la ruta. Muros, mal señalizado, como casi toda esta zona, nos dejo perdernos al punto de poder hacer una foto a una iglesia con su cruceiro.
Rumbo a Loruo paramos en Elaya de Louro, a la izquierda de la carretera, una bajadita a "O Caldeiron" delante de la playa. En el interior del restaurante un patio central y laterales techados, un lugar agradable para comer. Navajas, percebes, gambas, pulpo ...
Tras pasear por la playa rumbo a Maceiras, donde la carretera invita a detener el coche para ver los hórreos. De allí a Carnota,

el supermegahiperhórreo que data de 1768. Largo como un día sin pan, por mucho cereal que en él cupiese. Al lado, la iglesia-cementerio y el cementerios propiamente dicho. Sí, en la entrada de la iglesia, en el suelo, todo alrededor, sin poder evitarlo íbamos pisando tumbas de los años cuarenta.

De Carnota, a O Pindo llegamos a Ézaro donde sí que vimos un cementerio de esos que ponen el vello de punta, con su cruces llenas de años y musgo mirando al mar.

Llegando a Corcubión de pasada por el cruceiro de Excaiselas se avista Finisterre y eso invita a pegarse el gustazo de llegar, subir al faro y divisar el fin de la tierra.
Arriba en el faro, hace viento y chispea. Aquí, aquí es donde intenté fallidamente quedarme viuda, pero no hubo forma, no pudo ser.
-Cariño, qué tal una foto ahí, en esa cruz que mira al mar.
-Perfecto, tira un poco más atrás, un poco más, otro paso...
Él sabía que no debía dar un paso más atrás....
-No puedo más atrás. Se me acaba Europa, ¡me falta continente para hacerte la foto!
Visto lo visto, le pedí que me invitase a un café a fin de despejar la cabeza y esperar otra mejor ocasión.


Día 21- Padrón- La Toja-

Desde Noia y por caminos poco recomendables, pasando por Iria Flavia, donde parieron a Cela, que Cela no fue dado a luz, no, él con ese carácter tan suyo hubo de ser parido y bien parido.

Llegamos hasta Padrón. Padrón, donde ya se sabe, los pimientos, unos pican e otros non... Allí estaba él con un par de pelotas, al lado del mercado de Padrón, Cela.
Paseamos por el mercado de Padrón y vuelta a la carretera que en estos días nos marca el camino, vamos hacia la costa de nuevo: Carril, Vilagarcía, Vilaxoan y una vez allí Isla de Arosa, lugar muy recomendable para hacer una paradita.

En la Oficina de Información y Turismo nos detallan las cosas que ver y hacer pero a mi sólo se me quedan dos en la cabeza, a saber: A las tres y media subasta de las almejas en la lonja y un lugar para comer "El Oasis" .

La sopa de pesado de quitarse el sombrero y la parrillada de mariscos cabría definirse como angelical, divina, para chuparse los dedos, el entorno un invernadero gigante lleno de filodendros, ficus y otras plantas que refrescan hasta el aliento.
Tras una soberbia comida rematada con tarta de piña casera y cafés salimos a la playa, a pasear la hora de la siesta.

De la Isla de Arosa a Cambados, fotico del puerto y Linda que hace amigos con las nuevas generaciones caninas.
Llegamos sin querer a O Grove y de allí a la Isla de La Toja.

Muy Bonito, muy sofisticado, mucho lujo, una Marbella gallega. No es lo que vamos buscando, así qué media vuelta y al continente.
En el camino de retorno decidimos volver hasta A Picariña por el interior y una vez allí coger el desvío que pasa por Bugadillo y Ortoño hasta Bertamirans paraz retomar la C543 que nos lleva a Noia. Atentos:
Si alguien decide hacer este recorrido de Bugallido- Ortoño- Bertamirans, no se vuelva loco buscando el indicador. No aparece ninguno de los tres. La indicación es: O Sebe 0.5. Esa es la señal que indica que a la estación faltan quinientos metros, pero que olvida decir que una vez pasada la estación ferroviaria sigue la carretera . Nada como preguntar a un benemérito.

Día 22-Promesas de peregrino-
Obediencia, castidad y pobreza.
My sisster Daysi comienza estos días el camino que la llevará a Santiago de Compostela. Ahora está en Lugo, y nosotros peregrinaremos para verla 150 km, en coche, eso sí, que no somos tan devotos.
Llegamos a Lugo y atendiendo a las indicaciones que que ella nos había dado dimos a parar en una residencia de monjas, al entreabrir la puerta no nos cupo duda de que estábamos en el sitio adecuado: un barrilete de vino de Montilla presidía el mostrador que da la bienvenida.

Poco rato pudimos estar con ella, el justo para tomar un café, porque las sores nos la secuestraron para hacer una ruta turístico-arquitectónica a la ciudad, pero al menos nos conocimos por fin.

Día 23- Playa y comida en Freixo-
Nos acercamos hoy hasta muros a sabiendas de que había un mercadillo. Este se entremete por las calles estrechas de la parte sobria del pueblo, pero no vemos nada que nos pueda valer. Un mercadillo como cualquier otro, bragas, calcetines, toallas.... Nosotros íbamos buscando un mercadillo, cómo diría yo, de interés gastronómico-cultural. Así, que visto lo visto, nos las piramos.
Dejando atrás aquel gentío nos encaminamos a una de esas playas acogedoras, es decir, sin gente, para pasear un rato.. Así llegamos a Esteiro, donde con la marea baja se te ofrece una playa inmeeeensa y tranquila.
Tras dar un soberano paseo y dejar que Linda disfrutase corriendo por la arena decidimos acercarnos a Freixo a comer algo. Un buen sitio, en el puerto " El Muelle" , hace esquina.
Nos vimos de pronto rodeados de berberechos, navajas, pulpo, calamares, almejas vivas todo ello regado con un buen albariño y rematado con un queso de tetilla con membrillo que daba gloria.
Para reposar la comida, nos detuvimos en Abelleira, una calita, un casi ná al lado de la carretera con rocas que dan sombra para poder estar resguardados, que el sol hoy está valiente.

La marea iba poco a poco subiendo, y como somos pelín perversos dejamos que Linda durmiese plácida, mientras que Oz, cámara en mano, aguardaba el momento en el que el agua la rozase y captar el momento.
La mu jodía perra, huele el agua, cuando faltaban unos cinco centímetros para que la próxima ola la mojase, abrió un ojo y retrocedió. Así hasta tres veces.

Día 24- Rampra de Boa y Portosin-
No tengo yo muy claro qué es eso de una rampra, pero lo que allí vi era una playa con muchas piedras, cubiertas de mejillones, por que digo yo que serían piedras lo que había debajo de tantísimo molusco.

Asentamos el campamento a la sombra de una higuera y cuando hubo apetito marchamos a comer al " O´nosso bar"
En Portosin. Muy recomendable el sitio y el albariño de la casa, exquisito.
Regresamos a la generosa sombra de la higuera a sestear un rato.

Los demás días, una vez descubierto estas calas, rampras y playas decidimos no movernos a otros lugares si no hacer vagueanding por allí.
Hemos descubierto estos días que Linda no es una spaniel breton como me dijeron en la perrera al sacarla, no. Linda es una mezcla de perra anfibia con calorrón.

Así, como un niño caló que pone cara de pena, te mira con esos ojos que te desarma y sin que te des cuenta saca lo que quiere de ti.
Va haciendo amigos por donde pasa. En el hotel, coqueteó descarada con el cocinero por la puerta de la cocina, se hizo amiga de María, una señora que allí trabaja y que le daba agua fresca, las recepcionistas la dejaban estar bajo uno de los bancos de piedra de la entrada y al pasar por allí se las oía decir eso de : hola Linda, guapa.


El último día lo dedicamos a pasear por Noia, visitar su mercado y callejuelas.
Ya estamos en casa, aunque estos días la amabilidad y el buen hacer de el personal de La pesquería del Tambre han hecho que nos sintiésemos como en casa.
Gracias a todos y hasta la próxima.

7 comentarios

mirome -

ahora que veo lo del cementerio.
pues a ver como morir nos hemos de morir, al menos que nos muramos riendo.
se le ha ocurrido a uno de mis hermanos somos aun 7, que para ahorrar en la lápida se pongan el nombre de cada uno, y a medida que faltemos, crucecita. yo diria que esto es humor negro. pero si, nos reimos. reir alarga la vida y si no que vengan y lo demuestren.

mirome -

viajar que placer entre placeres.
viajando a traves de las fotos. un ahorro ya no voy hasta el año que viene.
no habia nadie que os pudiera hacer una fotico juntos?.

Bambolia -

Lo que más me apetece: comerme una enorme y grandiosa mariscada. Sólo por eso, ya valdría la pena ir a Galicia. Si se le une todo lo demás, pa morirse casi del gustirrinín.

Bonitos lugares, la verdad.

Feliz regreso, :-))

Lulis -

Me alegro de que te lo pasaras bien el Galicia, lástima no habernos visto...Por cierto, sales mu wapa en las fotos :Þ

DaiSy -

jelou sister! vaya mala cara que tengo en la foto,no le digas a mucha gente que lea esto...el camino de pm,recomendable.besisssss!!

Candy -

Que hermosas imagenes! chido que sales en casi todas!!! :D

Manuel -

Definitivamente el año que viene voy a Galicia.

Un beso,