Sepultura lingüística
En España, hace ya algún tiempo, dimos sepultura a la moneda nacional, la peseta, pasando a adoptar como moneda el Euro.
Me detengo a pensar, y me doy cuenta que no solo sepultamos a la peseta, la rubia, la chucha, la leandra, la pela, la cala, si no que también, sin querer hemos hecho enfermar a nuestro vocabulario. Es cuestión de tiempo que palabras derivadas de peseta pasen a mejor vida.
Ya no tendremos que mirar la pela:
Considerar con cuidado la opción más conveniente, antes de hacer un gasto.
Ni tendremos peseteros:
Dicho de una persona: Aficionada al dinero, ruin, tacaña, avariciosa.
En fin, que todo cambia y mientras a nuestro vocabulario habitual se estudia añadir palabras extranjeras, aquí otras empezaron con la llegada del euro su agonía.
Me detengo a pensar, y me doy cuenta que no solo sepultamos a la peseta, la rubia, la chucha, la leandra, la pela, la cala, si no que también, sin querer hemos hecho enfermar a nuestro vocabulario. Es cuestión de tiempo que palabras derivadas de peseta pasen a mejor vida.
Ya no tendremos que mirar la pela:
Considerar con cuidado la opción más conveniente, antes de hacer un gasto.
Ni tendremos peseteros:
Dicho de una persona: Aficionada al dinero, ruin, tacaña, avariciosa.
En fin, que todo cambia y mientras a nuestro vocabulario habitual se estudia añadir palabras extranjeras, aquí otras empezaron con la llegada del euro su agonía.
6 comentarios
bixeja -
Amanda -
Yo por si acaso me he quedado con "La Historia de una peseta"; es un libro muy curioso que mi bisabuelo me dejó en herencia, juas!
Saluditos
la flo -
Manuela -
eMe -
Rogelio -
nací en continente americano
mestizo,
mexicano yo lo soy.
Sangre de la Madre Patria
corre por mis venas
al igual que sangre de indio
pues
mi herencia no puedo negar.
Aunque nunca yo
he visitado a España
y más probable es
que nunca lo haré;
estoy orgulloso
de poder comunicarme
en la lengua que Cervantes escribió.
Hace ya muchos años
que dejé mi patria atrás
mi México lindo y querido
que nunca yo olvidaré,
pero en donde quiera que ande
defiendo mis colores
y con mucho orgullo
defiendo mi lengua también.
Yo la considero sagrada
y peleó muy orgulloso
por mantener su integridad.
Tantos vocablos extranjeros
que al Castellano
quieren exterminar.
Seré yo americano
mexicano de corazón,
pero me siento lleno de orgullo
de hablar el español
y hasta el día que yo me muera
a capa y espada
la lengua defenderé
© Rogelio Gómez
Un cordial saludo desde el Valle de San Fernando, Ca. en los E.E.U.U.
Rogelio